HISTORIA

La Historia dice que en el año de 1408 Segismundo de Luxemburgo, que fuera emperador del Sacro Imperio Germánico entre los años 1411 y 1431, fundó una de las órdenes monárquicas de caballería más desconocida y más envuelta en un sinfín de leyendas, la Orden del Dragón. Una sociedad de nobles unidos mediante juramento de obediencia y fidelidad al rey con la misión de derrotar a los turcos y con el propósito de preservar la “sangre eterna”. Su Insignia se representaba mediante un dragón engullendo su propia cola, símbolo de la naturaleza cíclica de las cosas, de la lucha y el esfuerzo eterno y también del retorno permanente y la continuidad de la vida. Representación del sol que nace y muere cada día.

La leyenda dice que Segismundo contaba entre sus consejeros con Abramelín el mago y que era conocedor de numerosos secretos milenarios, entre los que se encontraba el de la Inmortalidad. Al morir muy joven la esposa del rey y al no resignarse este a su destino le pidió a Abramelín que le devolviera la vida.

Alfonso V de Aragón también estableció la misma orden en su reino. Tras la muerte de Segismundo y de Alfonso V, la Orden palidece, encontrando su último brillo fugaz hacia 1717.  Poco a poco se va extinguiendo su memoria hasta casi evaporarse.

Año 1967, nos encontramos en Crevillent, en una cena de la Comparsa Almogávares. Un grupo de jóvenes, prácticamente adolescentes, entre los que están José Ángel Asencio, Vicente Penalva y Reinaldo Tejada deciden formar la comparsa Dragones. Aunque este no iba ser nuestro primer nombre.

En un principio queríamos ser “la Comparsa Estudiantes”  porque ese era el “oficio” de la mayoría de ellos, y a pesar de que era una comparsa ya instituida en otras poblaciones alicantinas, los fundadores de la Festa en Crevillent no lo tuvieron a bien por considerarlo un anacronismo del período histórico que nos ocupaba, el de la Reconquista. Entonces quisimos ser moros, pero por problemas de paridad ya que no contábamos con nuestro “alter ego” en el bando cristiano, tampoco pudimos serlo. Al final nos convertimos al cristianismo con el nombre de “Comparsa Dragones”, pero para no perder la costumbre, también fue motivo de polémica que vino dada por creer que los “Dragones” no estaban documentados históricamente. Pero tal y como hemos visto esto no era cierto y así lo dejó escrito la Comparsa en su crónica fundacional al registrar que la Orden de los Dragones fue fundada por el Rey Segismundo I y posteriormente instaurada en la península por el rey aragonés Alfonso V, el Magnánimo.  

Como todos los principios, el nuestro también fue balbuceante, entusiasta, confuso, desbordante, bullicioso y sobre todo emocionante, muy emocionante. Las imágenes de aquella época, son el recuerdo del disfrute de un momento en la vida, tal vez, nos hagan sonreír al compararlas con la realidad festera en nuestros días, pero tienen la emotiva elocuencia del testimonio de los afanes y la capacidad emprendedora de nuestros fundadores y por ello cobran valor y belleza.

Como primer presidente se nombra a Vicente Penalva y en el Año 1968 se desfila por primera vez.

El primer traje masculino era de color verde con un dragón en el pecho, capa de raso dorado con forro blanco y verduguillo y cota en color gris con sandalias cruzadas de color marrón y espada de madera.

El año 1.969 también fue un año de primeras veces ya que las mujeres comenzamos a participar en los desfiles y además teníamos el Honor de Capitanear por primera vez el Bando Cristiano.

Desde nuestros inicios no tuvimos una sede oficial pasando por diferentes ubicaciones como en la c/ Guillermo Magro (en la que estuvimos en dos ocasiones), en la Avda San Vicente Ferrer, o en la c/ Al-Shafra. Allí, precisamente, en el año 1974 un grupo de socios y fundadores deciden dotar a la comparsa de una sede propia, cuartel en el que seguimos hasta hoy y que está ubicado en la zona Rambla de Crevillent.

Los cargos festeros más representativos de nuestra Comparsa, además del de Capitán que es nombrado cada seis años, son el de “Dragón de Honor” y el de “Princesa Dragones”. El primero de ellos se concedía a personas relevantes y benefactoras de la comparsa. Este título también debe concederse a los festeros que ocupen el cargo de Capitán.

El segundo de ellos “Princesa Dragones” es el cargo que representa a la comparsa para realzar la figura femenina de las fiestas.

       En nuestra andadura festera 3 comparsistas dragones han tenido además el honor de ser nombrados para representar a dos de los cargos históricos más importantes que nombra la Asociación de Fiestas anualmente. Y así Fernando Candela Polo fue durante 11 años, de 1989 a 1999, Rey Jaime I participando en 3 representaciones extraordinarias de las Embajadas en la Universidad de Alicante, en el teatro romano de Sagunto y en Fontenay Le Compte. Igualmente Enrique Jordá Payá fue Rey Jaime I en el año 2004 y 10 años después, en el 2014 fue Ra’is Vicente Penalva Más.

       Por último destacar también que desde el año 2001 José Ángel Asencio Alfaro es el Presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos San Francisco de Asís.

       La comparsa Dragones se rige por una junta directiva que es elegida cada cuatro años en elecciones establecidas a tal efecto y en la que participan todos los festeros mayores de 18 años con su voto.    Actualmente su Presidente es David Guilabert Vives.

Se podría hacer historia de la comparsa Dragones de muchas maneras, pero vamos a hacerlo tomando como premisa  aquellas características o formas de actuar, que son las que marcan nuestra identidad y son las que nos definen: 

Espontaneidad: Remontándonos a nuestra primera Capitanía en 1969, se celebraba el acto de presentación de nuestro primer Capitán Francisco Fernández Davó; debido a la expectación creada, gran cantidad de público se encontraba fuera del recinto. El Capitán en el momento de ser presentado tomó la palabra y exclamo “Puertas Abiertas” de modo que todos pudieron participar de dicho Acto.

Talento: En el Año 1975, el Capitán fue Julio Quesada que hasta este momento se encontraba algo desvinculado de la fiesta; a la comparsa Dragones nos cabe el Honor de haberlo incorporado a nuestras Fiestas de Moros y Cristianos dando prueba evidente de su genialidad al pintar y diseñar los magníficos carteles que anunciaron nuestras fiestas desde el año 1975 hasta el 2005.

Personalidad: En el Año 1981 fue Capitán Abel Zaplana Asencio, En ese año durante la “entraeta” se nos ocurrió decirle a la charanga que tocase los “pajaritos” (canción que en aquella época estaba muy de moda), armando un gran lío ya que nos querían multar e incluso expulsarnos de la fiesta, al final todo quedo en una amonestación.

Solidez: En el año 1987 le correspondió la Capitanía a Fernando Candela Polo, una persona que vivió intensamente todos los momentos de la fiesta en la comparsa, fue presidente y entre sus méritos cabe destacar la finalización del proceso de compra de nuestro cuartel y la constitución definitiva de la “Asociación Cultural Dragones”

Madurez: En el Año 1993 llega nuestra plenitud ya que cumplimos nuestro XXV Aniversario. Antonio Lloret Manchón es nombrado Capitán y aunque llevaba poco tiempo con nosotros, pronto demostró su capacidad de trabajo que quedó plasmada en una gran Capitanía.

Trabajo en equipo: Nos encontramos en el año 1999, y Vicente Penalva Más es nombrado Capitán. Llevar adelante la Capitanía fue una gran responsabilidad, no solo en el plano económico sino también en el creativo. Fueron 12 meses de concentrada imaginación, trabajo, mucha ilusión y sacrificios. Entre otros, cabe destacar el acto de presentación que se tradujo con la puesta en escena de un magnífico espectáculo.

Generosidad: Y llegamos al 2005, ese año comanda el bando cristiano Enrique Ortolà Aguilar. Si cierro los ojos todavía puedo ver la carroza preparada, las luces que funcionan, nuestros cargos están arriba, radiantes y entusiasmados. Un momento de pausa, las filas se forman, las bandas están listas, la música comienza. En la primera subida de música, al tenerla tan cerca noto la vibración, siento la melodía, me estremezco como si fuera la primera vez que la escucho, y pienso emocionada que  “todo ha valido la pena”.

Fortaleza: Y así llegamos a la Capitanía del año 2011 con David Sánchez Riquelme como Capitán. Vivimos la fiesta con la misma ilusión y nervios con los que celebramos aquella primera Capitanía en 1969, pero a lo grande. Con un Capitán incansable y una energía desbordante. Aquello de transmitir, alegrar, festejar y compartir se multiplicó por mil. Vivimos la fiesta de forma masiva, radiante y colorista en la calle, en el cuartel, en las dianas, en la entrada. Vivimos la Fiesta en nuestro corazón cuando las primeras notas nos arrancaban un escalofrío de principio a fin. Y eso fue lo que hicimos: Vivir y sentirnos vivos.

Plenitud: Llega el año 2017 en el que se cumple nuestro 50 aniversario y en él José Rovira Juan toma el relevo y es nombrado Capitán con el sentimiento y el entusiasmo de alguien que quiere a nuestras Fiestas, a nuestra Comparsa y a Crevillent, entregado en cuerpo y alma como Capitán del Bando Cristiano 2017 supo estar a la altura de lo que la Festa le reclamaba. Un año intenso, un año hermoso, un año magnífico…un año tan reciente que solo el paso y el poso del tiempo nos permitirá apreciar y valorar toda la entrega, la capacidad de trabajo y el amor incondicional de todos los que participamos en él.

Actualmente la comparsa Dragones junto a las actividades propias de la Asociación de fiestas compagina las suyas propias como cenas de “faixa”, comidas de hermandad, convivencias festeras y el acto más importante que es la presentación de la Princesa Dragones.

Ya durante las fiestas, en las “dianas mañaneras” los festeros dragones salen a la calle al ritmo de pasodobles y marchas cristianas con una peculiaridad, las filás masculinas agasajan al cargo femenino al ritmo de las notas de una habanera centenaria crevillentina, “L’Estoreta”, cuya letra reza así: “preciosa xica crevillentina, tú eres la reina la més hermosa, la emperaora del meu amor…”, emocionando a la protagonista y a todo el pueblo de Crevillent. Fue la Banda “Los Hachas” la que adaptó a pasodoble esta habanera de Ricardo Tejada.

   En la gran Entrada Cristiana, nuestra comparsa participa con más de 100 hombres distribuidos en filás, unas 50 mujeres que evolucionan en escuadra y unos 180 niños repartidos en típicas carrozas infantiles que acompañados por sus bandas de música y confetis también hacen las delicias de los más mayores.

       Esta que le hemos narrado era la historia escrita. Desde nuestro origen hasta ahora gentes de muy variada condición han ido configurando nuestra identidad; lo que comenzó en 1.967 casi como un juego se ha convertido hoy en un signo distintivo de nuestros comparsistas, en una manera de hacer y entender las cosas que gana más y más adeptos cada día  y que ha tenido su punto culminante en el año 2017 en el que hemos celebrado nuestra novena Capitanía y nuestros 50 años de vida y cuyos protagonistas han sido todos los hombres y mujeres que han formado y forman parte de esta gran familia. Una historia que nos habla de permanencia y de valores que no se llevan ni el viento ni el tiempo. Una historia y una Festa que fluye por nuestras venas y por la que no podemos dejar de sentir gratitud por cada uno de los instantes que nos ha hecho vivir.

             Desde aquí nuestro reconocimiento y agradecimiento para todos aquellos comparsistas que por primera vez salieron a la calle luciendo nuestro escudo y vistiendo nuestro atuendo, a todos los que hoy conforman esta gran Comparsa y también, como no, nuestro recuerdo a todos aquellos dragones que a lo largo de estos 50 años han pasado por ella. Todos ellos, todos nosotros sabemos que: El rojo es nuestra sangre, el verde es la esperanza y en el ánimo de todos decir Dragones es lo más grande.